Relaciones reales: Se necesita valor para no darse por vencido.

Cuando la gente piensa en el valor, a menudo obtienen una imagen de un bombero corriendo hacia un edificio en llamas para salvar vidas.

O bien, escuchar acerca de un soldado condecorado con honores por salvar a su pelotón inmovilizado por el fuego enemigo. Hay cientos de ejemplos de este tipo de valor.

Pero el valor en una relación? La palabra casi parece fuera de lugar. A menos que, por supuesto, su relación este como una casa en llamas y ... ummm ... bueno, no importa.

Al echar un vistazo a la definición de la palabra coraje, su significado básico es bastante interesante.

Coraje: significa la fuerza mental o moral para aventurarse, perseverar. Es el carácter más íntimo de uno mismo, los sentimientos o sus inclinaciones. Sin embargo, su raíz viene del anglo-francés curage de Quer, coer corazón, del latín cor - más en el centro del corazón.

En algún lugar muy dentro de eso, tiene sentido para mí que el corazón tenga que estar en el centro de esas cosas que requieren coraje. Se necesita este tipo de valor para tener una relación real, honesta e íntima. Y no estoy hablando del corazón con el que amas a otra persona.

Estoy hablando del valor o el coraje que comienza justo ahí dentro del corazón.

Tomemos a Marianne. Una verdadera clienta mía. He cambiado su nombre porque, bueno, porque Marianne tiene las uñas con un estilo de manicura francesa de nueve pulgadas que no quiero hacerla enojar. Ya tú sabes, verdad?

Marianne ama a su marido. Ella lleva su rol como esposa/amante/cómplice como nadie que yo conozca. Ella es en pocas palabras la mejor. Sin embargo, tiene un gran temor de hablar con su marido acerca de ciertas cuestiones en su matrimonio.

Es cierto. Marianne no es la única que padece esto. Porque esto ocurre prácticamente en cada pareja a quien yo doy consultoría. Oh, sí! De hecho, su esposo Michael es mi cliente también.

Y sí, él tiene sus problemas. Seguro que si. Como endilgarle la responsabilidad de sus problemas en la relación de pareja principalmente a Marianne. ¿Suena familiar?

El Virus del Miedo:

Así que, Marianne tiene miedo de hablar con su marido acerca de los problemas en su matrimonio. Ya sabes, ella quiere mejorar la comunicación y hacer que su matrimonio realmente vaya de maravilla.

Sin embargo, confrontar a Michael en cuestiones matrimoniales suele provocar que él cambie de ser un encanto a ser un verdadero ogro! Pero vamos ... no es una casa en llamas.

No, no es. Es una relación íntima, real. A la que se llegó sin un instructivo.

Los bomberos practican la extinción de incendios en una construcción destinada para ello. Saben cuándo, dónde, y cómo entrar en un edificio. Lo han practicado bastante. Marianne no tiene tal práctica. Ella incluso me contó que llegó a pensar que era extraño sentirse aterrada de hablar de estas cosas con el hombre que ama.

Así que, veamos. ¿Cuándo demonios éste virus de tener miedo a hablar con la pareja entró en lo que podemos llamar la arteria principal de un matrimonio o relación?

Marianne no es un bollo de crema. Para nada! Es una mujer fuerte, inteligente. Sin embargo, cuando llega la hora en que necesita el valor de hablar con su marido, se tambalea. Créeme, ahí está con todo el corazón, lleno de amor. Y le palpita tan duro dentro del tórax, que podrías pensar en ella como un bombero que está a punto de entrar a un edificio en llamas. Así, tal cual. Es muy fuerte!

Y éste es exactamente el tipo de valor del que te estoy hablando. Para que Marianne no se asfixie emocional y espiritualmente en su matrimonio, necesita coraje para hablar abierta y libremente con su marido.

Pero eso es sólo una parte del coraje. Marianne necesita más.

La fuerza mental y moral:

Bueno, Marianne tiene el corazón puesto en ello. Pero también necesita la fuerza mental y moral para hacer esto.

Cómo diablos es esto?

Pensé que habías dicho que era fuerte?

Si, ella lo es.

Pero cuando su marido (un gran tipo por cierto) se transforma de ser un encanto a ser un verdadero ogro, ni siquiera las uñas de nueve pulgadas de Marianne podrían ayudarla.

Michael, el verdadero, no es abusivo. Es un buen tipo, con problemas al igual que el resto de nosotros. Pero digamos que Michael, en sus dominios, es un hombre perfecto. Todo bajo control. Entonces, cualquier cosa que traspasa sus dominios, es errónea. ¿Y cómo podría entonces Marianne tener razón al hablar con él?

A ver, ¿hasta aquí vamos bien? Okay, así que qué demonios es la fuerza mental y moral? Pues bien, en términos simples, es saber que lo que uno está haciendo es lo que hay que hacer, y tener la fuerza mental para hacerlo.

Como Rosa Parks. Aquella mujer de color que, en 1955, se negó a ceder su asiento a un hombre blanco en un autobús. Tomó una gran cantidad de fuerza moral para sentarse en ese asiento hasta adelante en ese autobús, ese día en Montgomery, Alabama.

Ella sabía lo que estaba haciendo. Ella sabía que era lo correcto a hacer. Y si, hablamos de valor? Sí ... bueno, los latidos del corazón de Rosa te garantizo que estaban a un ritmo fuera de serie.

No me lo tomes a mal. El valor y la decisión de hacer lo que ella hizo, requirió una gran fuerza moral.

Piensa en cualquier momento en que pensaste que algo no estaba bien --- y me refiero a que verdaderamente se pasaron de la raya, algo que fue injusto, o simplemente no estaba bien. Podría haber sido en tu matrimonio, tu negocio o tu vida personal.

Y si no dijiste nada, es posible que hayas pasado por algunos de éstos “Debería haber dicho algo” “Debería haber hablado” “No he dicho nada y debería...”

Ahí es donde la fuerza moral entra. Y esto no significa que seas menos que nadie.

La palabra “moral” está siendo modificada por la palabra “fuerza”. La fuerza es una palabra relativa. Ya sabes, como pedirle a tu marido que abra un tarro demasiado apretado de salsa para espaguetis. A veces necesitas un poco más de fuerza de la que tienes.

Marianne sabe que lo que quiere decir es lo correcto. Mental y moralmente ella sabe desde el fondo de su corazón, que ella tiene que comunicar estas cosas.

Pero la fuerza mental es algo muy diferente. Esta “tapa del frasco” que no puede abrir es la resistencia de Michael para hablar de los problemas en su relación. E incluso cuando Marianne trae a colación el tema, se podría pensar, por la forma en que lo describe, que es como si se estuviera dando un disparo en la cara con un soplete.

Y escucha. Marianne es fuerte. Pero es cierto que no lo suficientemente fuerte contra el ogro que habita en Michael.

Arriesgarse o no... esa es la cuestión!

Veamos el resto de la definición.

Coraje: “Fuerza mental o moral para arriesgarse, perseverar.”

Esta es la última parte: arriesgarse.

Consultemos a Merriam-Webster de nuevo.

Arriesgarse: “determinarse a hacer, a expresarse, como cuando parece probable que le siga la oposición o resistencia; ser lo suficientemente valiente; atreverse.”

Caramba!

“... la oposición ...?”

“... ser lo suficientemente valiente ...?”

Esto suena más como si alguien le fuera a entregar una medalla con honores por su valor en el campo de batalla. Los matrimonios no son campos de batall… no importa.

Bueno, volvamos a arriesgar!

A “determinarse a hacer, a expresarse, como cuando parece probable que le siga la oposición o resistencia.”

Por lo tanto, vamos a ver si lo hemos entendido bien.

Marianne tiene buen corazón. Cierto.

Ella tiene fuerza moral. Cierto.

Pero ahora está determinada a expresar su punto de vista e ideas sobre cómo mejorar su matrimonio, entendiendo que “... la oposición o resistencia parece probable que le siga.”

Ummmm ...“probable que le siga?!”

No se necesita el coraje para algo que es “probable” que ocurra. No era “probable” que Rosa Parks atrajera críticas por sentarse en la parte delantera. Fue creado en el ADN del momento.

Y esta es la razón por la que Marianne, a pesar de su gran corazón y su fuerza moral, no podía hacerlo por su cuenta. Ella había tratado. Y tratado.

Y tratado.

Y cuando ha intentado varias veces comunicar su punto de vista y lo que es verdad para ella, y se siente prácticamente regañada incluso sólo por hablar, con el tiempo ya no habla. Nunca.

Y eso va hasta el punto en que, como ella, uno se empieza a sentir como si estuviera muriendo emocional y espiritualmente en su matrimonio. Ahogarse no es una opción. Ninguna cantidad de joyas o coches o vacaciones en las Bahamas es un antídoto a la sensación de asfixia en un matrimonio.

Especialmente para la gente como Marianne cuyo corazón es tan grande como su alma.

Uno tiene que tomar ese asiento en el autobús. Uno tiene que hablar o acabará desvaneciéndose en la oscuridad de una vida de pretensión.

Coraje: las tres partes

Sí, el coraje tiene estos tres elementos que confluyen como parte del valor que se necesita para comunicarse con su cónyuge, miembro de la familia, o incluso su CEO.

El primero de ellos: es necesario tener la fuerza moral de saber que no se tiene otra opción que hacer o decir lo que es correcto.

Dos: que hay que entender que uno tiene que salir y perseverar a pesar de la probabilidad de oposición. La oposición es la valla de alambre de púas que silenciosamente dice, “Buena suerte cuando trates de brincarme compañero.”

No, la valla de alambre de púas es el catalizador que te dice que intrínsecamente algo está mal, porque ¿cómo es que ahí hay una cerca de alambre de púas?

Y tres: el corazón. Al igual que en las mismas raíces de la palabra coraje. No hay acto más valiente que salir a hacer que algo esté mucho mejor o más correcto y hacerlo de frente a la oposición. Te hará perder el sueño si tratas de hacer frente a tu cónyuge, jefe, o los derechos civiles. Las voces dentro de tu cabeza nunca serán más fuertes diciendo “Él solo te va a callar y no te dejará hablar.” “Nunca se gana.” “Acabas de entrar en una discusión.” “Es posible que quedes despedido.”

La única razón por la que alguien no está hablando o diciendo la verdad es por las consecuencias a la oposición.

¿Quién quiere ser callado?

¿Quién quiere ser invalidado?

¿Alguien levantó la mano?

Así lo pensé.

Mira, para el momento en que yo llego a estas parejas, ya han hecho tantas concesiones, que se han dado por vencidas y, a menudo, han perdido sus sueños de hacer que las cosas vayan mejor. Tienen una “buena vida” pero es hueca. Y para ser justos, no es malo.

Sólo que no está viva.

Marianne eres tú. Michael eres tú.

Hay una parte de ellos en todos nosotros.

La diferencia es que Marianne no quería seguir transigiendo o sofocandose más. E incluso tan fuerte como era, sabía que necesitaba un poco de entrenamiento cuando llegó el momento de ponerle remedio a su situación.

Y ahora ella y Michael han estado trabajando juntos y pasando a través de algunas cuestiones fundamentales y están yendo mucho mejor de que lo han hecho en....años!

Hay aún más por delante, pero lo que ellos te dirían ahora es que se armaron de valor y perseverancia, con el objetivo de no querer quedarse igual que como estaban.

Suena como que algo les picó igual que como le pasó a Rosa. Verdad?

Muchas gracias por leer mi artículo, espero que lo hayas disfrutado.

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Gracias de nuevo!