Cecilia Castelli

4 years ago · 3 min. reading time · ~10 ·

Blogging
>
Cecilia blog
>
Cocinando deudas

Cocinando deudas

Otro año más en la rueda cósmica del universo dando el giro justo sobre mi tarjeta de crédito.

Regalo soñado: un hombre de uno noventa acariciándome el pelo.

Regalo obtenido: un juego de ollas y cacerolas.

Mientras yo zapateaba en mi cocina bailando Ottmar Liebert con mis cacerolas viejas y desgastadas, Jamie Lynn me llamó desaforadamente para decirme que se vendía un juego de ollas de muy buena marca a mitad de precio.

¡Con qué esto quieren de mí malditos astros! ¿Cocinando a fin de año para la familia numerosa que no tengo?

Yo les pedí un chef para navidad y resulta que me envían un juego de teflón para que continue mi tradición de huevos revueltos.

La pregunta es: ¿A quién le doy un sartenazo primero? ¿A Jamie por empujarme a qué cocine, o a los espías norteamericanos qué escucharon nuestras conversaciones sobre mi renovación en la cocina?

Muy a pesar mío, mis instrumentos gastronómicos están más para baldear el patio que para hacer un guiso, y toda esta vaina de cocinar se me pasó por alto porque yo nací para que me atiendan, no para que se me pegue el estofado por hablar por teléfono con mis amigas. Pero el Universo está gracioso este año y en vez de mandarme a una cabaña en la nieve, puso mi plástico de rodillas nuevamente.

Querido Citi Bank: ¿Qué tal si empezás a cocinarme vos ahora?

Ponché mis dígitos de mujer millonaria y hala, otro gasto más en la cuenta del Debe y el Haber. Bueno, más el Debe que el Haber.

Otra materia que recursé toda mi secundaria: Contabilidad.

— Castelli, no entiendo, están las dos columnas para que usted no se pierda, es el cuarto examen que confunde los gastos con los ingresos. ¿Qué quiere, qué se lo haga yo el examen? Me decía el amoroso de mi profesor traumándome en el departamento de las ciencias exactas.

— ¡Ay no! ¡Otra vez no! ¿A qué mes me llevo la materia?

— A qué mes, no, a qué año.

La escuela secundaria: una ola de juventud, diversión, chicos que te miraban, primeros amores, hormonas en auge y para mí: un calvario.

Admito que no fue mi culpa, el sistema Montessori no existía en los años noventas (al menos no en Argentina), entonces yo era una alumna avanzada sin el respaldo necesario para atajar mis comportamientos por el sistema educativo tradicional.

Por suerte cursé mis seis años— porque uno falté y se extendió mi diploma—entretenida con mis transacciones comerciales de chica muy viajada vendiendo cosas importadas a los alumnos que no tenían la posibilidad de salir del país como yo.

Caramelos ácidos; figuritas; lápices de Disney; papel de carta; y algún que otro juego electrónico de Pac-Man. Me seguían todos, yo venía a ser la narcotraficante de primer año que les proveía lo que realmente importaba: la mercadería.

Al ser famosa en la escuela, los olfachones me ayudaron con los trabajos prácticos y me dejaron que les copiase en las pruebas. Pero al poco tiempo todo este negocio mermó y uno de los alumnos me mandó al frente en rectoría divulgando mis ventas clandestinas. Él desgraciado lo hizo porque él también viajaba al exterior, y en vez de ser mi competidor canceló el negocio y se terminaron mis materias aprobadas.

Quince profesores particulares, cinco veranos encerrada y seis años después, me gradué en un colegio nocturno con compañeros de cincuenta años, gente del batallón 121 y algunos alumnos en rehabilitación. My kind of town.

Podríamos decir que era la joya de la familia, pero como tengo una hermana que nunca se sacó menos de un ocho en los exámenes, mi reputación quedó en la sombra casi una década.

Mi talento nunca fue chutarme los monólogos académicos que arruinaron mi adolescencia; lo mío era la música, la escritura, el arte y el deporte; un canal importante para quemar tanto polinomio y regla de tres en vano. Entiéndanme, para mí uno se lucía por el alma, no por la mente, eso era para los pobres de espíritu. Yo siempre me consideré una ganadora, porque no me hizo falta sacarme un diez para demostrar mis capacidades, yo era feliz, para mi eso era ganar.

Evidentemente en mi casa no pensaban lo mismo y les valía madre mi alegría de vivir; mi madre se cansó de pagar escuelas privadas y profesores particulares y terminé trabajando para ella siendo la jefa más exigente de mi juventud.

Hoy vivo a diez mil kilómetros de esa realidad, solo para darme una palmada en la espalda y agradecer la escuela de mi ciudad que me sacó mala para los números, pero buena para endeudarme con mi juego de ollas de chica soltera cocinando para mi rebelde pasado.

¡Los espero en mi cocina con un revuelto de espinacas!

Cecilia Castelli

www.cecicastelli.com


fd87fe4e.jpg
Comments

Miguel Orellana

4 years ago #3

#2
Gracias, espero que estés bien, un abrazo!

Cecilia Castelli

4 years ago #2

!Qué lindo mensaje Michael! Recién lo leo...TAL CUAL. El ser distinto tiene su precio, pero sí, te espero en mi cocina :) #1

Miguel Orellana

4 years ago #1

Hola Ceci, espero que estes bien, me gusto tu escrito, sobre todo este párrafo donde dices: "Mi talento nunca fue chutarme los monólogos académicos que arruinaron mi adolescencia; lo mío era la música, la escritura, el arte y el deporte; un canal importante para quemar tanto polinomio y regla de tres en vano. Entiéndanme, para mí uno se lucía por el alma, no por la mente, eso era para los pobres de espíritu. Yo siempre me consideré una ganadora, porque no me hizo falta sacarme un diez para demostrar mis capacidades, yo era feliz, para mi eso era ganar". Asi mismo me pasaba a mi jejeje, pero lo mas cómico es que el del problema es uno por tratar de ser un esíritu libre y como digo yo "fuera de la matrix", a veces cuesta mucho poder ser diferente a la monotnia de tanta gente y suele hasta jugar con los sentimientos interno, pero bueno, es un sacrificio que hay que pagar por ser ORIGINAL! Con respecto a este final: ¡Los espero en mi cocina con un revuelto de espinacas!, yo estaría encantado de acompañarte y llevar como complemento el Pan tostado con Orégano y Ajo mas una Coca Cola bien Fría y sino (Prepararía un Jugo de Papelon con Limón super agridulce refrescante, bebida tradicional de mi país Venezuela) Un Abrazo Fuerte!!!

Articles from Cecilia Castelli

View blog
2 years ago · 2 min. reading time

Hace dos días hablé con un amigo y me formuló su desencanto con mi escritura en los últimos tiempos. ...

2 years ago · 3 min. reading time

Buscar un lugar para vivir en Florida es como meterte en esas aplicaciones digitales para encontrar ...

2 years ago · 3 min. reading time

El bozal o la empanada, es tu decisión—le dijo mi amigo a un vendedor de comida Argentina en Los Ang ...

Related professionals

You may be interested in these jobs

  • The MH Group

    Part-Time Temp Human Resources Associate

    Found in: Talent US C2 - 1 day ago


    The MH Group Springfield, United States Part time

    Our confidential nonprofit client is currently seeking a Temporary Part-Time Human Resources Associate. This position is expected to last 2-3 months and is 30 hours per week. The HR Associate will work fully onsite in Springfield, MA, M-F, 8 AM – 5 PM. Compensation is $19.00 per ...

  • Forhyre

    Artificial Intelligence

    Found in: Lensa US 4 C2 - 4 days ago


    Forhyre San Francisco, CA, United States

    Job Description · Job Description · We are looking for an Artificial Intelligence (AI) Specialist: Forge the Next Chapter in AI Advancements · Key Qualifications: · Original Contributions: Your innovations in AI, especially within the ChatGPT technology sphere, should stand o ...

  • Project H.O.M.E.

    Sacred Heart and St. Elizabeth's Peer Support Specialist

    Found in: Lensa US 4 C2 - 2 days ago


    Project H.O.M.E. Philadelphia, United States

    **Job Summary: Peer Support Staff** · The chief responsibility of On-Call Support Staff is to provide for the safety of the residents and building. Duties include making hourly rounds and recording events in the log, handling emergencies, monitoring medications, performing light ...