El mito más grande de la historia: "No puedo dibujar."

Cuando tienes muchas ganas de crear algo, cuando te sientes realmente creativo, dentro de ese deseo están contenidos todos los momentos de contra-creación con los que te hayas topado durante toda tu existencia.

¿Contra-creación?

Sí.

Mira, es así:

Te hace cariñitos revolviéndote el pelo, te da un beso en la cabeza y se va al trabajo.

Cuando tu papá, a quien amas más de lo que tu alma podría comprender a los cinco años, te dice que te equivocaste con el color del sol, inmediatamente sucede algo dentro de ti que es bastante desconcertante.

Esa sensación de alegría, felicidad y esa sensación de euforia que tenías hace unos minutos, de alguna manera han desaparecido.

Realmente no te puedes explicar este sentimiento.

Estabas muy emocionada caminando hacia la cocina para enseñarle a tu papá tu obra maestra en miniatura, y ahora estás paralizada y un poco nerviosa.

Instintivamente volteas la mirada hacia tu pintura, todavía desconcertada, preguntándote por qué te sientes de esta manera.

Miras el sol que pintaste en la esquina izquierda.

Y luego tu pequeña alma de cinco añitos se da cuenta de algo: Su gran euforia sobre su dibujo se ha esfumado.

Y te desanima que tu papá no estuviera tan emocionado como tú.

Quiero decir, éste es tu papá! Él es más grande que Dios para ti, y realmente ni siquiera sabes nada de Dios todavía.

Bueno, ahora permíteme presentarte a contra-creación: es una creación que es contraria (opuesta) a la tuya.

Avancemos rápidamente hasta la adolescencia. Estás cocinando panqueques (tortitas) para el desayuno. Tu mamá exclama: "¡Qué buenos están!"

Sonríes y vuelves a la sartén para cocinar más. La aprobación de mamá te hace sentir bien por dentro y te da ese oxígeno espiritual para seguir creando.

Tu hermana mayor entra a la cocina, se sienta y dice: "Caramba Betty, están un poco gruesas". ¿Puedes hacer unas más ligeras?

¿Adivina qué?

Eso es crear también. Es su creación, ¿no es así?

Sin embargo, es una contra-creación muy sutil hacia la tuya.

Estás un poquito introvertida, ligeramente, pero también estás ansiosa por complacer a tu hermana mayor, así que aligeras esa mezcla y todo sale muy bien.

Cinco minutos más tarde, tu hermano entra y toma algunos panqueques y dice: "Caray, hermana, te quedaron muy delgados. ¿Puedes hacerlos un poquito más gruesos y con más consistencia? Anda! Si?

Te detienes por una millonésimas de segundo.

Acabas de experimentar uno de esos momentos en los que tu entusiasmo creativo ha recibido otro disparo. Y sientes como que empieza a menguar.

Es leve, pero está ahí.

Te hizo hacer una pausa.

Vas a la estufa, espesas la mezcla y dentro de ti piensas: "Creo que estos podrían ser los últimos panqueques que haré por un buen tiempo".

Toda persona creativa se ha enfrentado a esto en mayor o menor grado.

Descartas la contra-creación y sigues creando. Obtienes demasiada contra-creación y comienzas a dudar si es que acaso quieres seguir creando.

Nadie te dijo alguna vez que te toparías con este tipo de “golpes bajos” por parte de amigos y familiares a la hora de estar totalmente inspirada en crear y crear.

Pero así es como esto va apareciendo poco a poco en tu vida.

Digamos que ingresaste a la escuela, posiblemente a la escuela primaria. Tu maestra dijo "Está bien, ahora quiero que dibujes un perro", y tu primera reacción fue:

"No puedo dibujar".

Eso, de verdad, no es cierto! Créeme, yo estoy aquí para decírtelo. Esto simplemente no es verdad!

El primer impulso de cada ser vivo es crear.

Empezaste a crear tomando el pequeño frasco que tu madre dejó en tu silla de bebé, volteándolo y pintando tu primera pequeña obra maestra con "Gerber de manzana".

Cogiste el lápiz labial rojo de tu mamá y pintaste tus labios rojos como los de ella, excepto que embelleciste el resto de tu carita gordita también.

Luego tomaste esos Marcadores Mágicos de tu hermano mayor y viste esa gran pared blanca de la sala de estar y creaste tu primera obra de arte de tamaño natural a la edad de cinco años.

Y qué estabas haciendo? Estabas creando!!

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué pasaría si tu mamá o tu papá dijeran: "¡De verdad cariño! Me parece que eres el próximo Picasso!"

Hubieras estado muy contenta!

¿Pintaste usando los marcadores de colores sobre la pared de la sala de estar?

–¡Caramba! Amooooor, ven aquí y mira lo que nuestro tesoro creó!

Hubieras estado radiante de alegria!!

Pero, si te dijeron que eso era malo o incorrecto o "¡Eso no es lo que hacemos en esta casa con el puré de manzana, jovencita!!” Tu inocente y aún pequeño mundo posiblemente se habría salido de órbita.

Y naturalmente, esa parte interior de ti sabe y siente cuando la alegría se ha ido, cuando ha desaparecido.

Si te regañaron por crear tu propia versión de La Última Cena de Leonardo da Vinci con esos marcadores mágicos multicolores, hay muchas posibilidades de que jamás vuelvas a usar marcadores mágicos, lápices de colores o incluso un pincel… nunca más.

Poco a poco, te fuiste haciendo más y más consciente de que cuando ponías en marcha los motores de tu creatividad, tu radar espiritual registraba un poco mejor esos comentarios hostiles llenos de cinismo y crítica, que venían bastante bien disfrazados.

Lo has ido aprendido.

Ahora puedes olfatear mucho mejor esas contra-creaciones mucho antes de que se presenten.

Es como una de esas malas películas de ciencia ficción en la que parece que han fulminado a todos esos robots araña malvados, y luego ves a otros cien bajar por la chimenea y un centenar más subiendo por las escaleras del sótano.

Solo para que dejes de crear!

Si la batalla con la contra-creación no estuviera siempre presente, verías más arte alrededor por parte de prácticamente todos tus conocidos.

El hecho es que, al final, verás esto de forma evidente en la vida con mucha gente que tiene una idea predeterminada de "No puedo dibujar".

La verdad es que les han convencido de que no pueden, lo cual es un asunto completamente diferente.

Y mira, la contra-creación no tiene que ser mala necesariamente. No tiene que ser algo malintencionado. Sólo que desafortunadamente, a menudo sí lo es.

A veces es sólo que los papás pues son papás e intentan asegurarse de que su hija tenga el "sol" del color del sol, cuando en realidad esa es una realidad puramente subjetiva.

Pero crear, ser creativo, lleva consigo este germen de una posible contra-creación en él.

Está allí, latente.

Todo aquello de "dibujar dentro de las líneas" era solo una versión más de alguien acerca de cómo se supone que se debe hacer un dibujo. ¿Lo ves?

Y como era de esperarse, la creatividad se reveló!!

Cuando la niña de cinco años cumplió diez años y la de diez se hizo adolescente, simplemente enterró muy dentro su protesta y dijo

–Te amo papá, pero vete al diablo. El sol es naranja!

Finalmente, la contra-creación hacia sus dibujos y pinturas y tal, se convirtió en un área inaccesible. Nadie podía entrar allí. Entonces, como resultado de su protesta, tuvo una idea brillante.

Betty decidió tomar ese color naranja que a su papá le gustaba tanto, y hacer algo constructivo con él.

Se tiñó de naranja el cabello a los catorce!

Ella se miró en el espejo y pensó: "Sí. ¡Veamos cómo les gusta este color idéntico al de mis pinturas cuando era pequeña!"

Cuando Betty está lista para salir del baño, recuerda la misma sensación que tuvo al entrar a la cocina cuando tenía cinco años, para mostrarle a su papá su dibujo a color con las famosas pinturitas.

Y piensa para sí misma, "Bueno, probablemente me va a dar una buena regañada por esto, ¡pero es mi cabello!"

¿Mencioné que crear lleva consigo el germen de la contra-creación?

Betty, a sus catorce años, entra tan feliz a la cocina y saluda a su papá y a su mamá que están sentados desayunando.

La miran horrorizados.

– Hija! ¿qué demonios hiciste con tu pelo?

Betty se detiene por una millonésima de segundo.

Las pinturas con los dedos, tortitas y dibujos de figuras de perritos pasan por su mente juvenil.

Esta vez ella decide que no va a dejar que su creatividad se vea apagada.

Hoy no.

Ella ya se había inventado la respuesta perfecta, a lo que provocaría en sus padres si es que puediesen decirle la verdad sobre cómo se sienten realmente o no.

"¡Me lo pinté! ¿Te gusta el tono naranja?! ", dice entusiasmada.

Ahora sus padres se congelaron por una millonésimas de segundo.

Y tienen que decidir, como sus padres, responder con una respuesta del tipo de contra-creación o una respuesta a favor de su creación.

"¡Vuelve arriba y lava eso ahora mismo! ¡No irás a la escuela luciendo así!”

O…

"Bueno, me gustabas rubia, pero sabes que te amo sin importar el color de tu cabello, Betty".

Caray!

Me quedo, como en los programas de concursos, con la respuesta de la puerta número 2!!!

Todo el tema de si puedes pintar, dibujar, colorear, o incluso tomar un poco de arcilla y hacer un cenicero, está enterrado debajo de millones y millones de pequeñas cadenas de grabaciones de ADN que te dicen que no puedes o que no lo sabes hacer bien.

Desde soles pintados con los dedos hasta cocinar tortitas siendo adolescente.

Y al final te das cuenta de que necesitas volver a coger tus crayones. Necesitas tomar de nuevo tus pinturas y realizar trazos amplios y vibrantes con todos los colores de la paleta, por todo el lienzo de tu vida.

Y sabiendo que siempre habrá quienes te digan consciente o inconscientemente que tu dibujo, "No se ve como un perro", o que tu primer pastel casero, "No está como lo haría la abuela", tu espíritu interno, ese guerrero implacable como William Wallace de la película Braveheart, emerge con un grito de guerra silencioso.

Tú decides con cada fibra de tu alma, con todo el fuego y la pasión de la que eres capaz, que a la primera señal de restricción, invalidación o represión de tu capacidad de crear y poner más belleza y estética en el mundo, recurrirás a tu propia política personal expresada en sólo cuatro palabras:

Al diablo con eso!

Y a seguir creando.

This article originally appeared in English but because I have many friends in the Spanish community, I asked my good friend Lupita Reyes to translate this into Spanish. Muchas gracias, Lupita!!!

Disfrútenlo!