El barrio y sus encantos

Pasar de los millones de dólares al Papi ha sido el golpe más duro de mis últimos dos otoños. El tipo vive en diagonal a mi edificio, chances are que hasta que no terminen de construir mi casa frente al mar me lo seguiré cruzando, con suerte con una sonrisa y un frijol enganchado en el premolar izquierdo, que era exactamente a donde lo tenía.

— Papi, tenés algo en el diente, le señalé con mi dedo para que deje de hacerse el seductor sin haberse mirado antes en el espejo.

— Carajo, es el arroz con frijoles que me acabo de cocinar. Oye, pero a ti no se te pasa un detalle mami, ¿eres así en todas las situaciones?

— No, en la cama soy peor.

Creí que esta vulgaridad lo iba a silenciar para siempre, en cambio el muy gauchito me contestó:— ¡eso quería yo! ¿Cuándo me vas a mostrar tus detalles en el lecho?

Derechito y al grano, el Papi no pierde el tiempo ¿alguna interesada en prácticas sexuales con un dominicano?

— Papi, tengo novio, ya te lo dije la semana pasada pero no me quisiste escuchar.

— ¿É Veldá? Si, te oí, pero siempre pienso que me estás bromeando porque como no sea un fantasma nunca lo veo.

— No lo ves porque no vive acá, pero la cosa es seria, así que te diría que pierdas las esperanzas conmigo.

— Mira mami, yo hablé por videocámara con tu madre y yo vi en sus ojos que ella quería que fuéramos novios, ¿por quién me has intercambiado ahora?

— Eso no importa, vos tuviste tu oportunidad y la dejaste pasar.

— ¿Perdona? ¡Yo te he invitado ciento de veces a comer pollo con ensalada a la calle dieciséis y me has echado en el acto chica!

— ¡Porque te dije cuatrocientas veces que soy vegetariana! Por eso lo nuestro nunca va a funcionar Papi, ¡¡porque no escuchas!!

— Déjame que te diga una cosa mami, yo te he marcado el ojo desde que te vi tirada en ese parque tomando sol, me has gustado desde el primer día, que no haya sabido como conquistarte no significa que no me hayas encantado.

— ¿Conquistarme? No, ¡directamente me propusiste que tuviéramos una hija!

— Eso es porque yo puedo ver el futuro, y una niña con tus ojos y mi personalidad sería bella mami.

— No, lo que sería bello es como me la tengo que chutar noche y día mientras vos te la pasas en el celular escribiéndole a tus amantes de veinticinco años.

— No chica mira, eso se ha acabado. Necesito una de mi edad, ¿sabes? Las jóvenes tienen mucha energía sexual pero después no puedes tener una conversación.

Él me dice esto pero las prueba a todas, hay que darle crédito al dominicano, su base de datos tiene una cruz en cada casillero.

— Bueno, entonces, ¿cuándo me lo presentas al afortunado este? ¿Y cuál es su situación? ¿Divorciado o soltero?

— Divorciado con hijos.

— Maldición mami, ¡está como yo! ¡Me has canjeado por lo mismo!

— No papi, vos tenes un coche horrible, dudo de que el resto de la humanidad tenga tan mal gusto.

— ¿Sabes una cosa Ceci? Me alegro por ti, ese desgraciado es un suertudo, y cuándo lo vea le voy a decir que te cuide sino saco la pistola que me estoy comprar y se la va a ver negra.

El Papi es así, del frijol en el diente a pistolero, no estoy como para que se arme la balacera en mi barrio por mi candor, pero si necesito recursos para que me protejan al menos los tengo a domicilio

Buena giornata per tutti ragazzi!

Cecilia Castelli